1.
“Los modernistas
pretenden dar al arte literario un tono aristocrático, huyendo de lo vulgar y
buscando los matices más exquisitos que permitan satisfacer su hedonismo.
2.
El objetivo primordial de los modernistas era superar el
prosaísmo y el descuido de la forma propio del Realismo y Naturalismo.
3.
Practican el culto a la belleza sensorial: la luz, el
color y los efectos musicales, los cuales tienen una importancia decisiva; el
verso y la prosa tienen que ser elegantes, bellos y sonoros, para ello abusan
de ciertas figuras literarias, así como otros recursos expresivos:
aliteraciones, onomatopeyas, neologismos, símiles y metáforas nuevos, y un uso
exagerado de la sinestesia.
4.
El estilo modernista está basado en la sinestesia; es
decir, la percepción de la realidad no mediante el sentido que le corresponde,
sino por medio de una traslación sensitiva o intercambio de sentidos.
5.
A los modernistas les importa la expresión de lo
subjetivo: el mundo de los sentimientos íntimos, de los ensueños y de las
fantasías.
6.
Evocan, con verdadero derroche de imaginación, los
ambientes más irreales y exóticos; buscan todo lo raro y precioso en épocas
históricas fastuosas y pomposas, en culturas igualmente lejanas y prestigiosas.
7.
Dejan de considerar a la poesía como un vehículo para la
expresión de inquietudes de tipo social e ideológico y se impone de nuevo el
concepto de arte por el arte tomada de los parnasianos franceses.
8.
El cosmopolitismo: para aplacar la insatisfacción o
melancolía de finales de siglo XIX, el deseo de evasión y de goce del olvido de
la propia realidad cotidiana son los propósitos retomados por los poetas
modernistas para darle a su creación un matiz universal o ecuménico.
9.
Evidencian una rebelión contra lo castizo: el deseo de
abrir fronteras y de acentuar la personalidad americana y española, apoyándose
en el ejemplo de los grandes poetas universales, sobre todo en los franceses,
con sus doctrinas y sus poemas más o menos actuales y esplendentes, lleva a los
modernistas a unirse a otros artistas, especialmente pintores y escultores que
se alejan de las tradiciones.
10.
En cuanto al léxico, el Modernismo inventa o pone de moda
un caudal de palabras favoritas y de neologismos cultos, griegos y latinos,
según el gusto que se diría heredado del gongorismo, pero con un sabor moderno
muy singular; se añaden barbarismos de toda índole.
11.
Los cultivadores del Modernismo se vieron profundamente
influidos por el Parnasianismo y el Simbolismo franceses; más específicamente
de lo hacían los autores circunscritos a estas escuelas literarias.
12.
Entre los temas, predomina la evocación de lo histórico
legendario: la historia y las tradiciones legendarias son base para fastuosas
reminiscencias de lejanos ambientes, como los ya mencionados; se refugian en un
mundo ideal donde todo complace a su deseo de belleza absoluta; desfilan en sus
textos nombres de héroes y de grandes gestas pasadas, princesas de la antigua
China, del Japón lujoso de Kioto, ninfas, faunos, sultanes orientales,
guerreros y trovadores de la Edad Media.
13.
Se da una expresión de lo íntimo y personal: junto a la
fantasía, rasgo unificador de todo el Modernismo, predomina un sentimiento de
lánguida tristeza impregnada de vagos anhelos (a menudo más literaria que
auténtica); se pone de moda la melancolía, y la nostalgia de los poetas se
expresa en jardines dolientes y flores marchitas.”[1]
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